![]() Es la primera vez que la Marina de Guerra sugiere no remover municiones. (endi) Por José A. Delgado / jdelgado@elnuevodia.com WASHINGTON – Cuando el debate sobre Vieques estaba adormecido, la propia Marina de Guerra de Estados Unidos lo ha despertado. El jamaqueón es resultado del plan de la Armada para tratar de limitarse a cercar unas 250 cuerdas contaminadas en Punta Boquiquebrada, en el oeste de la Isla Nena, donde tuvieron un almacén de municiones. Aunque en este momento la idea de cercar y no remover municiones se limita a ese sector, entre los viequenses y sus asesores el temor es que sea un experimento que después se quiera llevar al antiguo campo de tiro, en la zona este y que abarca casi la mitad de la isla municipio. “Esa alternativa no solo es inaceptable, sino ridícula. Sería una obstinación que siguieran adelante con esa propuesta”, dijo Jorge Fernández Porto, científico ambiental y uno de los miembros de la comunidad en la Junta Asesora de Restauración de Vieques (RAB, por sus siglas en inglés), creada por el Gobierno federal para escuchar a sectores vinculados a la isla, que ha denunciado el plan de la Marina de Guerra. Es la primera vez que la Marina de Guerra sugiere no remover municiones, ni siquiera las que están sobre la superficie, como parte de un proceso para terminar la “limpieza y descontaminación” de una zona en Vieques. Punta Boquiquebrada abarca unas 352 acres en el área del oeste de la Isla Nena que la Marina de Guerra utilizaba para almacenar municiones y bombas. Cuando las municiones expiraban, las explotaban en unos 16 hoyos creados en ese sector. Según el plan de la Marina, el sector, que identifican como la Unidad de Manejo de Desperdicios Solidos 4, “fue usado para la destrucción térmica de municiones degradadas y sobrantes, combustibles y químicos de propulsión desde 1969 a 1979, aunque pudo haber estado en uso periódicamente a finales de la década de los años 1940”. La principal sustancia química detectada en el lugar es el explosivo perclorato, pero también se han hallado niveles excesivos de aluminio, antimonio, plomo, manganeso, mercurio, níquel, selenio, plata, talio, vanadio y zinc, de acuerdo al informe de la Marina. Según la propia Agencia federal para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR), que consecuentemente ha minimizado el impacto de las maniobras militares en la salud de los viequenses, “los niveles altos de percloratos pueden afectar la glándula tiroides, lo que a su vez puede alterar la función de numerosos órganos en el cuerpo”. Como parte del cese de las maniobras, que terminaron en 2001 pero que oficialmente cerraron el campo de tiro en mayo de 2003, el Gobierno federal designó la zona de Punta Boquiquebrada como un refugio de vida silvestre. Por requerirse cortar la vegetación que rodea unos 16 hoyos utilizados para detonar las bombas, el Servicio de Vida y Pesca Silvestre se opone a que el proceso de limpieza incluya remover la flora y fauna del área, según Fernández Porto. “Estamos revisando la propuesta de la Marina y hasta el momento no se ha tomado una decisión”, indicó, por su parte, Bonny Below, portavoz de la oficina de la región 2 – con sede en Nueva York y que abarca a Puerto Rico-, de la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA). Los viequenses exigen que la Marina opte por la alternativa de recoger tanto las municiones sobre el terreno de Boquiquebrada como sacar las que se encuentren dos pies debajo de la superficie. El público tuvo hasta el pasado día 5 para hacer comentarios sobre el plan de la Armada, que antes de que termine 2012 se propone tomar una decisión sobre el tipo de limpieza que hará en Boquiquebrada, donde hay acceso a la playa y caminos de los cuales sí han eliminado municiones. La controversia sobre la limpieza de Boquiquebrada le añade sal a la herida por la decisión de explosionar al aire libre las municiones halladas en la parte este de Vieques, donde abundan, pues allí estaba el campo de tiro que recibió proyectiles y bombas. La directora regional de la Agencia Federal de Protección Ambiental, Judith Enck, ha calculado que la descontaminación de los terrenos en Vieques - sin contar el agua – puede tomar hasta 2022. Hasta el verano, la Marina de Guerra de Estados Unidos había destinado unos $160 millones para el proceso de descontaminación y limpieza. Pero, la EPA reconoce que se necesitarán otros $350 millones para completar la tarea en todas las 23,000 acres que estuvieron en manos de la Marina y que representan y 2/3 de la Isla. No está claro, sin embargo, cómo se terminará de limpiar las aguas, también fuertemente contaminadas. Hace unas semanas, en un posible último esfuerzo judicial para ellos, más de 7,000 viequenses acudieron ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos para que revoque a los foros de menor instancia que rechazaron la demanda en la que le exigen a la Marina de Guerra que les compense por los problemas crónicos de salud a que se enfrenta la población. Tanto en el Tribunal de Distrito de San Juan como en el Primer Circuito de Apelaciones federales, en Boston, se ha rechazado entrar en los méritos de la demanda, por entender que la ley federal de aguas limpias no contienen un mandato claro para los demandantes reclamar compensación por los daños sufridos. Aunque los residentes de Vieques padecen enfermedades crónicas en un grado mucho mayor que el resto de los habitantes de Puerto Rico – por ejemplo con una tasa de cáncer 30% más alta que en el resto del país- y estudios científicos indican que la contaminación se mueve a través de la cadena alimentaria de los viequenses, la ATSDR ha insistido en que no encuentra vínculos concretos entre los ejercicios militares y los problemas de salud de la población de la Isla Nena. Hace unos días, en Puerto Rico, el grupo Diálogo Internacional sobre Municiones Bajo Agua (IDUM, por sus siglas en inglés), sesionó en San Juan y anunció que presentará en 2013 un informe ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en que denunciará “la catástrofe de Vieques”. Para Robert Rabin, portavoz del Comité Pro Rescate y Desarrollo de Vieques y quien desde este año tiene su propia batalla contra el cáncer, “a 10 años de la victoria que logró su salida, la realidad es que la Marina no ha dejado de enfermar y matar a nuestra gente” Recurso: http://www.elnuevodia.com/vivalaluchaporlalimpiezadevieques-1363813.html
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