![]() En la instalación cultivan peces cachicatas, culirrubias y plumas. Por Brunymarie Velázquez / brunymarie.velazquez@elnuevodia.com CABO ROJO – Dentro de una veintena de estanques sostenidos por rústicos bloques bajo una carpa para aplacar los rayos del sol en Cabo Rojo, podría estar la última oportunidad del nefasto panorama de la pesca en Puerto Rico y una nueva esperanza para los pescadores. ¿Por qué nefasto? El 90% del pescado que se consume en Puerto Rico es importado. Y las constantes denuncias de los pescadores apuntan a que las exigencias oficiales, la falta de ayuda gubernamental y las contaminación de las aguas, hacen su tarea mucho más difícil. Pero ahora, un grupo de pescadores está resuelto a cambiar las reglas de juego al entrar al campo del cultivo de peces, o maricultura. “Es un reto para nosotros pero tenemos ánimo, todo está en el ánimo”, expresó la pescadora Jasmin Seda, presidenta de la Asociación de Pescadores de la Villa Pesquera el Corozo. Desde hace un año en la villa pesquera unos doce pescadores, que luchan contra la disminución de la vida acuática y la contaminación del agua para satisfacer su clientela, se han unido para cultivar peces dentro de estanques con agua de mar. No es la primera vez que se intenta algo así. Entre los años 70 y 80 empresas foráneas trataron de llevar a cabo este tipo de cultivo de peces pero por diferentes circunstancias como los problemas de administración se hundieron en el fracaso. Pero, a diferencia de otros proyectos parecidos, en esta ocasión, los pescadores de la villa cultivan los peces con la dirección de biólogos y extensionistas marinos, producen y engordan peces en estanques de agua salada en un sistema de cultivo de circulación de agua cerrada. Esto lo hace el primero de este tipo de maricultura en la Isla. “Al principio hubo un poco de resistencia de los pescadores pero ahora se han involucrado con el proyecto a tal magnitud que pueden correrlo ellos mismos. Tenemos la esperanza que sea de gran ayuda y aprendizaje para los pescadores de los demás pueblos”, expresó Seda. El proyecto nació hace un año ante la preocupación de diferentes entidades científicas y gubernamentales por la decadencia de los recursos acuáticos en la Isla causados por la sobrepesca y principalmente la sedimentación producida por el ser humano. “Es un apoyo a la labor del pescador”, sostuvo el biólogo Edgardo Ojeda Serrano, director del proyecto que está subvencionado por la Administración Nacional Oceánica Atmosférica (NOAA), Sea Grant y el Colegio de Mayagüez. 22 ESTANQUES El proyecto consta de un sistema de 22 estanques en los que 16 son utilizados para cultivar peces, dos funcionan como filtros biológicos, uno de reserva de agua y el otro de sumidero. Otros dos están fuera de las carpas y recogen los desperdicios de los estanques principales para ser convertidos en fertilizantes agrícolas. Las bases de los estanques y toda la infraestructura fue construida por los pescadores y los biólogos lo que disminuyó sustancialmente el costo inicial. La plataforma está ubicada a metros de la Playa Sucia. Es una base bastante rudimentaria que mide 78 pies de largo por 28 pies de ancho. Por el momento la instalación funciona con fines educativos pero una vez culmine el proyecto éste pasaría a manos de la asociación de pescadores con fines comerciales, según el director Ojeda Serrano. Esperan que eso ocurra en los próximos tres años. Ojeda Serrano explicó que la “finca de peces” se encuentra concluyendo su primera etapa en la que capturaron peces pequeños (“semillas”) y están siendo alimentados hasta que tomen un tamaño comercial de algunas 10 pulgadas. El biólogo aseguró que las extremas medidas de filtración de agua permiten mantener la calidad del agua y a su vez, la frescura del pescado. ALIMENTACIÓN NATURAL Los peces son alimentados con comida artesanal hecha de harina de soya, de pescado y trigo, vitaminas múltiples y minerales. “Nada de hormonas ni productos químicos”, aseguró Ojeda. “Pronto comenzaremos la fase de construcción de un vivero para peces”, explicó el biólogo. Esta sería la segunda etapa; enseñar a los pescadores a cultivar larvas y reproducir sus propios peces. “Es un proyecto bien interesante”, dijo. Para Ojeda Serrano el desarrollo acuícola promovería nuevas oportunidades empresariales, fuentes de empleo, una reducción de las importaciones pesqueras y a su vez de la dependencia alimentaria. Y aunque la acuicultura parecería ser la tecnología que sustituiría la labor del pescador, los marinos que se mantienen activos en el proyecto, aseguran que no lo es. “Al contrario, es una forma de ayudarnos a mantenernos produciendo pescados aún en tiempos malos. Por eso queremos hacer esto, porque teniendo este proyecto, tenemos qué darle al consumidor”, dijo la pescadora Seda. El recurso marino pesquero se ha deteriorado pero la maricultura sería, según ellos, un complemento. “Los pescadores son los grandes entusiastas de este proyecto, Para ellos es innovador”, expresó Andrés Revollo, ingeniero pesquero y quien trabaja a diario con los pescadores en el proyecto. En efecto, después de indeterminados intentos fallidos del estado y múltiples empresas para crear una industria pesquera en Puerto Rico, algunos expertos y estudiosos de la pesca aseguran que la maricultura es la solución para tener una industria sostenible y que le dé un pequeño impulso a la autonomía alimentaria del país. Recurso: http://www.elnuevodia.com/lapescaenpuertoricoapuestaasobrevivir-1265979.html#.T8LDvawM_AM.facebook Foto por El Nuevo Dïa / Juan Alicea Mercado
1 Comment
|
Archivos
August 2017
Categorías
All
Fuentes/
|