![]() (angel.rivera@gfrmedia.com) Por Lilliam Irizarry /Lilliam.Irizarry@gfrmedia.com A los cinco años, Samuel Suleimán estuvo a punto de ahogarse durante la celebración de la tradicional Noche de San Juan. Como al otro día no había dios que lo hiciera entrar al agua, su hermano se las ingenió prestándole el instrumento de transformación social más poderoso que ha tenido en sus manos: una careta para observar el fondo del mar. Suleimán asegura que fue aquel susto lo que le hizo empezar a nadar por caminos misteriosos hasta que, a los 25 años, se convirtió en buzo y comenzó a interesarse más profundamente en esas dos terceras partes mojadas del mundo llamadas mar. Y cuando más tarde se hizo instructor de buceo, el hoy presidente de la organización sin fines de lucro Sociedad Ambiente Marino (SAM) ya sabía que quería sumergirse de cabeza en el rescate de la vida marina. Lo que no sabía era que el mar también le permitiría ir al rescate de jóvenes con necesidad de conectar con alguien que, mediante el ejemplo, les ayudara a encontrar su propio proyecto de vida. “Si a mí la restauración de corales me quita un peso en el alma increíble de las situaciones difíciles que veo en la universidad y el país, si eso me es tan grato, muchísima más grande es la satisfacción de trabajar con jóvenes”, manifiesta el también director de recursos educativos en la biblioteca de Ciencias Naturales de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Río Piedras. Su labor a favor de la vida marina comenzó con algo tan sencillo como entrar siempre al mar con una bolsa escondida en su chaleco para, al final de cada clase de buceo, recoger la basura anidada en el agua. Como sus estudiantes comenzaron a emularlo, decidió establecer en cada curso una última clase en la que se dedican a limpiar alguna porción del fondo del mar. Luego, junto a sus estudiantes y otros ciudadanos preocupados por la conservación de la vida marina, empezó a participar en limpiezas de costas, a ofrecer talleres en escuelas, a preparar vídeos educativos, a adiestrarse en identificación de peces y corales, y a monitorear corales alrededor de la Isla. Hasta que cinco años después, en 2001, co-fundó la SAM, que hoy cuenta con capítulos estudiantiles en los recintos de la UPR de Río Piedras, Carolina y Humacao. A lo largo de los años, la pasión marina de Suleimán ha navegado a puntos tan lejanos como México, República Dominica y San Thomas, hasta donde ha llevado sus conocimientos y/o su ayuda para lograr un mejor mundo marino y, por ende, una mejor tierra donde vivir. Su compromiso con el medio ambiente también ha anclado en Culebra, donde costeó un curso de destrezas acuáticas a un grupo de jóvenes, para ofrecerles alternativas al ocio mientras aprenden a conservar los recursos naturales. Lo hizo en colaboración con la organización Coralations, con la que trabaja un proyecto de fincas submarinas para cultivar corales, recurso marino que ayuda a contrarrestar los gases invernaderos, la razón primordial del cambio climático. La SAM también colabora con las organizaciones Arrecifes Pro Ciudad y el grupo Vegabajeños Impulsando Desarrollos Autosustentables, con las que promueve la creación de reservas marinas en Isla Verde y Vega Baja, respectivamente. Su labor también incluye el fomento del contacto ciudadano directo con los recursos marinos, la capacitación para el desarrollo y seguimiento a proyectos de investigación y la discusión e intervención en iniciativas con impacto acuático, entre otras. Suleimán está convencido de que el bienestar social depende significativamente del uso y manejo sustentable de los recursos naturales y de que los ciudadanos asuman la responsabilidad de responder con acciones concretas a los múltiples retos que les presenta la vida. “No podemos pensar que los problemas se van a resolver solos. Si voy nadando y veo un coral que se partió y está boca abajo en la arena, no espero por nadie. Me zambullo y lo muevo a un lugar donde tenga mejores oportunidades. Eso es lo mismo que debemos hacer con los jóvenes, es lo que necesitamos hacer con el país”. Ciudadanía competente, país competente Con sus acciones, Samuel Suleimán cumple las responsabilidades ciudadanas de: - no esperar por el gobierno para empezar a resolver el problema de la basura que los ciudadanos tiran al mar - educar a los jóvenes sobre la importancia de cuidar los recursos naturales - involucrar a otros ciudadanos en iniciativas que ayuden a prevenir o resolver el problema Recurso: http://www.elnuevodia.com/zambullidoeneldebersocial-1437732.html#.UQqvA_04yPY.facebook
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