¿Qué es la onicofagia infantil? – La onicofagia es el hábito o la costumbre de morderse las uñas y se presenta tanto en adultos como en niños. De forma habitual, se manifiesta en niños de entre 3 y 6 años de edad. Sin embargo, esto suele desaparecer con el tiempo, aunque en situaciones de angustia o mucho estrés pueden retomar el hábito.
¿Por qué mi hija se muerde las uñas?
Si uno de tus hijos se muerde las uñas deberías saber por qué y cómo ayudarle a dejar esta manía nerviosa que puede acarrear serios problemas dentales e infecciosos. Y cuanto antes ataques el problema, mejor. Aquí te contamos cómo. Morderse las uñas es uno de los hábitos más comunes junto con chuparse el dedo, rechinar los dientes o hurgarse la nariz.
Hay razones muy distintas por las que los niños empiezan a adquirir estos malos hábitos y estas incluyen curiosidad, aburrimiento, estrés, o imitación, entre otras. Lo más importante a recordar es que si no se controla ahora, es muy probable que tu hijo continúe a hacerlo de por vida. Lo primero que te aconsejamos hacer es hablar con tu hijo para intentar descubrir si hay algo que le preocupa.
Quizás se muerde la uñas porque os acabáis de mudar de casa o por que hay un nuevo miembro en la familia o incluso por que este verano se enfrenta a un campamento por primera vez. Intenta pensar en qué cosas le pueden estar causando estrés y habla con él. Los hábitos son difíciles de dejar. Y estos más aun porque se hacen de manera inconsciente. Así que procura no regañarle o castigarle. En su lugar, te recomendamos poner límites y reglas como estas: Algunos límites podrían ser: No puedes morderte las uñas
En la mesa Mientras ves una película o te leo un cuento En el coche En el parque
Si vas a establecer reglas, no dejes de incluir la de tener que cortarse las uñas y lavarse las manos a menudo. De esta forma ayudarás a evitar infecciones.
¿Qué hacer si mi hija de 6 años se come las uñas?
¿Qué hacer para que deje el hábito? –
Hacer partícipe al niño de este problema, explicándole por qué es malo que se muerda las uñas y las complicaciones que podría acarrear. Se trata de que el niño sea consciente de este mal hábito, y sepa que te tiene a su lado para tratar de resolverlo juntos. Cuando descubras que se está mordiendo las uñas, házselo ver si él no se ha percatado, Pero nunca le regañes o le castigues, pues eso eleverá su nivel de ansiedad y no ayudará a solucionar el problema.
Si estais delante de más gente podeis acordar una palabra clave para alertar de este momento y que solo entendais vosotros. De este modo, el niño no se sentirá agobiado por la presión del entorno, ni la onicofagia se convertirá en el centro de la conversación.
Cuando el niño esté mordiéndose las uñas, desvía su atención pidiéndole que se meta las manos en los bolsillos o dándole un objeto para que lo sostenga entre sus manos. Es decir, ofrécele alternativas para que tenga las manos ocupadas, Informa del problema al entorno más cercano del niño para que puedan ayudarte con estas mismas pautas cuando tu hijo no esté bajo tu supervisión (por ejemplo, en el colegio, en casa de familiares, con amigos.). En la medida de lo posible, intenta mejorar el aspecto de las manos del niño : recortando padrastros, igualando la longitud de las uñas, retirando la cutícula, hidratando continuamente las manos.
Esto no solo reducirá la posibilidad de que aparezcan infecciones, sino que repercutirá positivamente en la autoestima del niño, especialmente si el problema le provoca vergüenza,
Y aunque no siempre funciona, también podemos ayudarnos de ciertos productos de venta en farmacias que se aplican sobre las uñas, siempre y cuando el niño esté dispuesto a utilizarlos. Este esmalte tiene un sabor amargo y como al niño le desagrada, acaba evitando meterse los dedos en la boca.
Poco a poco, con nuestra persistencia y su concienciación, nuestro hijo dejará de necesitarnos a la hora de buscar alternativas para evitar morderse las uñas, y el problema se acabará solucionando. En cualquier caso, no dejes de consultar con el pediatra o con un psicólogo infantil si algo te preocupa o el problema persiste. Fotos | iStock
¿Qué significa psicológicamente morderse las uñas?
Salud emocional – Es un rasgo típico de personas que padecen frustración, rabia, baja autoestima, timidez, con tendencia a preocuparse, y perfeccionistas. Se sabe que este trastorno es mucho más habitual en esas personas que tienen niveles muy altos de emociones negativas, como ansiedad, preocupación, o incluso aburrimiento.
¿Por qué se produce la onicofagia?
Las Causas de la Onicofagia – La onicofagia es una respuesta a dificultades dentro del espectro psicológico de la persona, es una reacción compulsiva y genera una serie de consecuencias, además, existen posibles motivos por los cuales se genera el comerse las uñas y dentalia te comenta las causas de este trastorno del control de los impulsos.
- La cantidad de elementos motivadores sobre este mal hábito son abundantes, por lo que dentalia acude a la psicología para ayudar a sus pacientes a identificar cualquier causa relacionada con morderse las uñas.
- Según el medio de comunicación AS Mejor con salud, muchas personas que intentan abandonar la onicofagia a través de tratamiento local suelen fallar debido a algunas posibilidades: ansiedad, depresión, nervios, estrés, tristeza, problemas o aburrimiento.
Algunas de las condiciones capaces de elevar la necesidad de comerse las uñas son: 1. Estrés: Varias personas tienden a morderse las uñas frente a un problema concreto, como puede ser una evaluación, un evento social o por acumulación constante de estrés.2.
- Calma ante momentos de ansiedad: Si se encuentran en ocasiones con alguna situación incómoda para la persona, la cual genere nervio o angustia, puede aumentar la necesidad de morderse las uñas.3.
- Actitud tímida o baja autoestima: Desde la frustración, el perfeccionismo, constante estado de rabia o mantener un alto nivel de exigencia, al punto de ser muy duro consigo mismo, son algunas actitudes motivadoras para la aparición del mal hábito de comerse las uñas.4.
Miedo: Muchas personas revelan como empíricamente descubrieron una asociación entre comerse las uñas y la disminución de sensaciones negativas respecto a acontecimientos y situaciones que le generan algún tipo de pánico. Reconocen la compulsión por la onicofagia y su relación con el manejo de sus emociones ante varios momentos complejos de sus vidas. El equipo de dentalia reconoce las dificultades para superar la onicofagia y por eso exhorta a todos los pacientes a la autoevaluación, si existe la consideración respecto a morderse las uñas, dentalia recomienda la asistencia a consultas con expertos en áreas de la salud psicológica para aumentar las posibilidades de abandonar esta acción.
¿Qué médico trata la onicofagia?
La onicofagia es el hábito compulsivo de comerse las uñas de los dedos de las manos. Esta práctica puede provocar lesiones tanto en los dedos como en los dientes, pueden producirse infecciones, contagio de hongos, bacterias entre otros. Morderse las uñas facilita el transporte de gérmenes que se ocultan bajo la uña a la boca y viceversa.
- Suele ser una conducta frecuente en niños y/o adolescentes, que en algunos casos permanece hasta la adultez modificado con otras conductas como morder un lápiz, fumar, etc.
- Posibles causas de onicofagia: – Algunas personas lo realizan para calmar momentos de ansia, nerviosismo o estrés.
- Ante cambios drásticos como divorcio, muerte de algún familiar, etc.
– Frustración, rabia, baja autoestima, entre otros. Se describe que la onicofagia es un trastorno emocional y conductual que puede llegar a necesitar ayuda de un profesional. La onicofagia es perjudicial para el esmalte dental ya que puede aumentar las microfracturas o cracks del esmalte lo que favorece a la aparición de caries. El principal inconveniente en la mandíbula es que se somete a una posición forzada que le puede ocasionar alteraciones en la articulación temporomandibular y a su vez provocar ruidos y dolor al morder. El mal aliento puede ser otra las de alteraciones que produce morderse las uñas, ya que las bacterias que se producen en la boca por este hábito pueden causar halitosis.
- El mordisqueo de las uñas ocasiona lesiones en la mucosa labial que hacen más frecuente la aparición de herpes, aftas y labios partidos.
- En conclusión quienes padecen este trastorno deben ser conscientes de las consecuencias que trae y de ser necesario acudir a un especialista.
- Onicofagia en niños: Puede llegar a ser uno de los hábitos más nocivos presentes en niños.
Puede comenzar entre los 3 o 4 años de edad y cuando no se elimina puede persistir hasta la edad adulta. Si permanece se puede unir a otros hábitos nocivos que dan satisfacción emocional, como morder el lápiz, morderse los labios y el uso de cigarrillo.
El retiro y control de este hábito es necesario y preferiblemente a una edad temprana. El odontopediatra puede ayudar a orientar a los padres para retirar el hábito. Es muy importante con los niños realizar una corrección de la conducta para que no sigan con el hábito en la adolescencia. Existen múltiples alternativas que intentamos los odontopediatras antes de enviarlo a un psicólogo: – Realizar un compromiso serio con sus padres y con su odontóloga.
– Aplicar esmaltes de uña trasparente con sabores amargos para que el niño recuerde que esa acción no se debe realizar. – Mantener las uñas siempre cortas. Si quieres consultar con nuestro profesionales agenda una hora aquí,
¿Cómo evitar que los niños se coman las uñas?
Una de las maneras de evitar la onicofagia es cuidando en forma permanente las manos de los niños: mantener las uñas de un corte adecuado y recortando los cueritos que puedan molestarles (y que los puedan llevar a morderlos).
¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad en los niños?
Ansiedad – Cuando los niños no superan los miedos y las preocupaciones típicos de los niños pequeños, o cuando los miedos y las preocupaciones son tantos que interfieren con las actividades escolares, en la casa o en el juego, puede que se diagnostique un trastorno de ansiedad. Ejemplos de los distintos tipos de trastornos de ansiedad incluyen los siguientes:
Sentir miedo al estar separado de los padres (ansiedad de separación). Sentir un miedo extremo acerca de una situación o algo específico, como los perros, insectos o ir al doctor (fobias). Sentir mucho miedo de la escuela o de otros lugares donde haya personas (ansiedad social). Estar muy preocupado por el futuro y acerca de que sucedan cosas malas (ansiedad general). Presentar reiterados episodios de miedo intenso, repentino e inesperado, que se producen con síntomas como palpitaciones del corazón o dificultad para respirar, o sentirse mareado, tembloroso o sudoroso (trastorno de pánico).
La ansiedad puede presentarse en forma de miedo o preocupación, pero también puede hacer que los niños estén irritables y enfadados. Los síntomas de la ansiedad también pueden incluir problemas para dormir, además de síntomas físicos como fatiga, dolores de cabeza o dolores de estómago.