Lagartijas, pequeños seres fascinantes | Ladera Sur Liolaemus nitidus ©Wingsfromsouth Con más de 4.000 especies distintas en el planeta, estos seres de aspecto prehistórico se encuentran prácticamente en todos los continentes a excepción de la Antártica.
- En Chile, se contabilizan alrededor de 96 especies de lagartijas con un marcado dominio del género Liolaemus,
- Habitan desde el norte al sur y desde el nivel del mar hasta donde exista vegetación en la Cordillera de los Andes.
- Las lagartijas, que son reptiles inofensivos pertenecientes al orden Squamata, alcanzan un promedio de 10 años de vida.
Su capacidad de estabilizar ecosistemas, al integrar un eslabón clave de la cadena trófica, hace de su presencia un beneficio para todos. En este sentido, las lagartijas son quienes se ocupan de acabar, por ejemplo, con algunas plagas o insectos no deseables en los cultivos.
- Algunas características físicas
- Desde el punto de vista anatómico son animales pequeños que pueden llegar a medir, en la etapa adulta, de 10 a 15 centímetros de longitud sin contar la cola, ya que en muchas especies éstas son más largas que el propio cuerpo.
Carecen de mecanismos de aislamiento térmico como pelaje, plumas y/o grasa a diferencia de otros animales, pero en cambio su piel es gruesa, impermeable y está totalmente cubierta de escamas de diversas formas que se agradecen a la hora de tratar de diferenciar a los ejemplares en terreno.
- Las tonalidades de sus escamas varían según la especie, pero en casi todas predominan la gama de los verdes y cafés.
- El sexo de las lagartijas puede distinguirse en algunas especies, lo cual estaría determinado principalmente por el dicromatismo sexual que son las diferencias de color entre los individuos machos y hembras.
Lagartija esbelta macho (Liolaemus Tenuis) ©Wingsfromsouth
- Al igual que nosotros, la mayoría de las lagartijas tienen párpados que protegen sus ojos, tienen orificios o meatos auditivos bajo la piel que les permiten contar con el sentido de la audición y poseen una lengua con cualidades sensoriales que, unidas a la agudeza visual, auditiva, a su gran velocidad y agilidad, les permiten detectar a sus presas siendo consideradas grandes cazadoras.
- Termorregulación
Las lagartijas son ectotermos, es decir necesitan una fuente térmica externa para mantener una temperatura corporal adecuada. Para lograr esto, presentan varios mecanismos como la termorregulación conductual que permite una rápida adaptación a la disponibilidad de fuentes térmicas, posibilitando aumentar o disminuir la pérdida o ganancia de calor por radiación solar directa o indirecta por conducción con la superficie.
- Lo anterior determina entonces, que los patrones de actividad diarios y estacionales varíen en función de las condiciones de temperatura del ambiente.
- Otro mecanismo es la termorregulación fisiológica que se centra en variaciones del sistema cardiovascular, donde la transferencia calórica entre las distintas partes del cuerpo se origina por cambios en la frecuencia cardíaca, que aumenta en la fase de exposición al calor para que desde las regiones mas superficiales llegue rápidamente a las zonas mas frías del centro del cuerpo.
Además, se suman a los dos mecanismos anteriores ciertas características morfológicas como los patrones de coloración que per se, afectan el intercambio calórico y pueden ayudar en la termorregulación ya que la coloración modularía la absorción de energía; coloraciones más oscuras permiten un calentamiento corporal mas rápido.
La bibliografía indica que lagartijas con coloraciones mas oscuras son mas frecuentes hacia el sur de Chile. Lagartija esbelta (Liolaemus tenius) ©Wingsfromsouth Comportamiento y comunicación Estos animales permanecen activos durante casi todo el año, pudiendo llegar a tener períodos de inactividad durante el invierno ya que son sensibles a las fluctuaciones de temperatura y luminosidad ambiental.
El descenso de la temperatura produce en ellos un estado de letargo o brumación en donde su metabolismo baja considerablemente cesando algunas actividades primordiales como la alimentación, defensa y reproducción. Es común que las veamos tomando baños de sol sobre piedras o árboles para que, una vez que su temperatura alcance ciertos niveles, su metabolismo aumente y le permita realizar sus actividades habituales como cazar o proteger su territorio.
Lagartija de los montes (Liolaemus montícola) ©Wingsfromsouth Las lagartijas tienen un lenguaje propio mediante señales visuales y químicas. Se ha postulado que las señales acústicas podrían jugar un rol dentro de la comunicación entre individuos, pero aún faltan estudios para corroborar esta hipótesis.
Las señales visuales permiten captar una comunicación entre individuos mediante el “cabeceo” que son movimientos verticales de la cabeza que a veces van acompañados de flexiones de las patas delanteras. Estos cabeceos proporcionan información sobre la edad, el sexo y el contexto social de los individuos que se comunican.
Las señales químicas se originan por tres quimiorreceptores; los botones gustativos localizados en la lengua y/o en el paladar y que están asociados a la recepción del gusto; el sistema olfativo principal, alojado en la cavidad nasal encargado de la olfacción; y el órgano de Jacobson o vomeronasal (OVN) o sistema olfativo secundario, ubicado en el paladar y que se encarga de recibir y decodificar las señales, así como de enviar esa información a los centros nerviosos superiores.
Los lamidos en las lagartijas se utilizan como una medida de la exploración química con la capacidad de auto-reconocimiento y por tanto de reconocimiento social. Pero, ¿qué pasa con el comportamiento de las lagartijas cuando se siente amenazados por depredadores? Lagartija pintada (Liolaemus pictus) ©Wingsfromsouth Para evitar ser víctimas de serpientes y, las lagartijas disponen de varios mecanismos de escape, dentro de los cuales el más común es emprender una rápida carrera hasta un refugio cercano.
- Pero también, existe otro mecanismo muy particular llamado autonomía caudal, en el cual se origina el corte de la cola por una acción refleja que genera una contracción violenta de los músculos ubicados entre las vértebras de la cola.
- En otras palabras, tienen la capacidad de desprenderse de su cola si se sienten amenazadas, quedando ésta moviéndose por sí sola y acaparando la atención del cazador mientras le da tiempo a la lagartija de escapar.
Pero no se preocupen que la cola les vuelve a crecer rápidamente eso sí, como es una cola regenerada, es más corta y se sustentará por cartílagos y no por vertebras. Lagartija lemniscata (Liolamemus lemniscatus) ©Wingsfromsouth Alimentación Las lagartijas son principalmente carnívoros (insectívoros) ya que se alimentan de hormigas, caracoles, escarabajos, arañas y grillos entre otros.
Pero se han registrado también, algunas especies que son herbívoros, es decir comen frutos, tallos y otras partes de vegetales, y otras que son omnívoros, lo que significa que se alimentan tanto de insectos como de vegetales. Factores como los cambios en las condiciones ambientales que varían entre las estaciones, al igual que la disponibilidad de insumos alimenticios, podrían influir en la opción de la dieta en las lagartijas.
Las que tiene una dieta carnívora, utilizan las tácticas de forrajeo en las cuales pueden ser cazadores activos donde buscan activamente a sus presas o pueden ser cazadores pasivos como es el caso para la mayoría de los Liolaemus, es decir están al acecho hasta que una presa sin darse cuenta de su presencia, se acerca lo suficiente para que sea alcanzada por la lagartija.
Lagarto chillón macho (Liolaemus chiliensis) ©Wingsfromsouth Reproducción Son principalmente ovíparos, es decir ponen huevos dentro de los cuales existe un embrión que eclosiona cuando está maduro. Pero también se han registrado para algunas especies el tipo de reproducción vivípara, esto quiere decir que la hembra pare un neonato autosuficiente y no un huevo.
¿Qué determina el tipo de reproducción en las lagartijas? Algunos estudios realizados, señalan que, en Chile la viviparidad se presentaría en especies que habitan a una mayor altitud donde existe un clima mas frío, lo cual haría poco probable el desarrollo exitoso de los huevos propios de los ovíparos.
- Otro dato, en la reproducción de las lagartijas, es que varias hembras pueden hacer la deposición de los huevos en un mismo lugar formándose una especie de “incubación colectiva”.
- Las crías, al nacer, tienen un tamaño corporal de 2,5 cm sin contar la cola, y su peso es de cerca de 0,35 gramos.
Lagartija esbelta cría (Liolaemus tenuis) ©Wingsfromsouth
- Estado de conservación
- El medio ambiente sin duda juega un rol fundamental en la subsistencia y, a pesar de su gran adaptabilidad de estas especies, el crecimiento de la urbe, la tala de bosques y las fumigaciones de los campos, ha provocado una disminución en la población de lagartijas, poniendo a algunas especies en riesgo.
En la página web del Ministerio del Medio Ambiente (MMA) se puede obtener el detalle del estado de conservación vigente de varias especies de Liolaemus, abarcando rangos desde “preocupación menor (LC)” hasta “en peligro crítico”. Al respecto, se señala que según el Decreto 29 del Ministerio del Medio Ambiente, que aprueba el reglamento para la clasificación de especies silvestres según estado de conservación, las categorías de conservación son los estados en que pueden encontrarse las especies de plantas, algas, hongos y animales silvestres, atendido el riesgo de extinción de sus poblaciones naturales, y éstas son las recomendadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y corresponden a: Extinta, Extinta en Estado Silvestre, En Peligro Crítico, En Peligro, Vulnerable, Casi Amenazada, Preocupación Menor y Datos insuficientes.
Lagarto nítido (Liolaemus nitidus) ©Wingsfromsouth Finalmente, en caso de encontrar una lagartija en su patio o en la naturaleza ¡no hay que molestarla! Ya sabemos que, si está quieta no significa que esté “haciendo nada”; puede estar aumentando su metabolismo mediante baños de sol o estar acechando a una presa.
Sólo déjela tranquila y observe su belleza. : Lagartijas, pequeños seres fascinantes | Ladera Sur
¿Cómo cuidar una lagartija pequeña?
¿Cómo cuidar una lagartija? – Ahora bien, si tienes una lagartija de compañera debes brindarle cuidados y atención para que se sienta cómoda y permanezca saludable. Lo primero que tienes que tomar en cuenta es que las lagartijas son animales muy pequeños, lo que las convierte en seres muy delicados,
Para tenerla en casa, te recomendamos que adoptes una lagartija en un centro adecuado, ya que si los tomas directamente de la naturaleza pueden morir a los pocos días, ya que no se adaptan fácilmente a los cambios. Una vez que tengas a tu pequeño lagarto, necesitas brindarle un buen lugar para vivir.
Puedes construirle un terrario lo suficientemente grande para que se sienta cómoda y pueda moverse con facilidad. Adquiere un pecera o tanque grande y añade ramas, piedras, tierra y agua para imitar su hábitat natural. Cuando el terrario esté listo, ten en cuenta que debes ubicarlo cerca de una ventana para que reciba luz natural y sombra.
¿Que se le da de comer a una lagartija?
Conclusión – Las lagartijas son animales cuya dieta principal son los insectos, es decir, son insectívoros pero pueden comer esporádicamente algo de fruta. Los insectos puedes comprarlos en tiendas especializadas. Algunos insectos que le gustan son los grillos y saltamontes.
¿Cómo se duermen las lagartijas?
Las lagartijas descansan sobre las rocas que mejor les camuflan Una lagartija camuflada en una roca. KATE MARSHALL Actualizado 25/01/2016 14:39 Descansar sobre una roca al aire libre supone una actividad de riesgo para las lagartijas. Cuando se posan a tomar el sol se quedan totalmente expuestos a las aves que sobrevuelan el cielo buscando alimento y no tienen dónde esconderse.
Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Scientific Reports y liderado por Kate Marshall, del departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge, revela que las lagartijas son capaces de elegir conscientemente la piedra sobre la que posarse en base a los colores y el dibujo de los colores de su espalda para pasar desapercibidos ante los depredadores aéreos.
Durante la investigación, para la que se han analizado lagartijas de las islas egeas ( Podarcis erhardii, una especie común en el sur de los Balcanes y en las islas del mar Egeo), el equipo analizó si las lagartijas que habitan las distintas islas descasaban en zonas que favorecían su camuflaje contra los depredadores. Una lagartija posada sobre una roca de color similar a sus escamas. KATE MARSHALL Sin embargo, la pregunta de cómo saben estos reptiles cómo elegir la roca que más se ajuste al patrón de su espalda sigue en el aire. Los pájaros ven el mundo de una manera distinta a la de los humanos: por ejemplo, son capaces de ver la luz ultravioleta, lo que significa que perciben el color (y el camuflaje) de una manera muy distinta.
Para realizar el estudio, Marshall y sus compañeros utilizaron un modelo visual para comprobar lo visibles que serían las lagartijas posadas sobre la roca que eligen para el ojo de un ave. Además, este comportamiento es más acusado en hembras que en machos, y está relacionado con el riesgo de ser cazados, ya que el efecto fue más evidente en las hembras, y menos acusado en las zonas donde había poco riesgo de depredación.
Los reptiles elegían sitios donde se camuflaban mejor en zonas donde había mayor presencia de aves como cuervos o rapaces. KATE MARSHALL Para entender cómo es el mecanismo por el que una lagartija sabe cómo camuflarse siguiendo el patrón de su espalda, Marshall sostiene que su teoría es que funciona por un control genético, “aunque otra posibilidad es que el mecanismo se desarrolle en las primeras etapas de su vida a través del aprendizaje y por la experiencia”.
Aunque aún no saben cómo funciona el mecanismo, esperan realizar más estudios en el futuro para comprenderlo. “También sería interesante saber si las lagartijas pueden ajustar sus elecciones no sólo para camuflarse sino también para mejorar la termorregulación y la señalización sexual”, añade. Esta investigación pone de manifiesto la importancia de tener en cuenta la conexión entre la ecología, el comportamiento y el aspecto cuando se estudie la adaptación al medio.
: Las lagartijas descansan sobre las rocas que mejor les camuflan
¿Cómo se llaman las lagartijas pequeñas?
¿Quién no ha visto un gecko en casa? Esas pequeñas lagartijas con ojos como de gato y que hacen un sonido muy particular. Son muy comunes en las casas, en los roperos, en los floreros, en las paredes, por todas partes. Sin embargo, se repite con frecuencia que son venenosos, que transmiten enfermedades e incluso que orinan una sustancia que lastima la piel.
¿Es verdad o es un mito? El biólogo Alejandro Solórzano nos revela todo lo que debemos saber sobre estos pequeños inquilinos. – Se mueven como relámpagos por los techos y paredes de casas, bodegas y todo tipo de construcción. ¿Los ha visto? Es raro que alguien no se haya pegado un susto en la casa al mover un cuadro, las cortinas o una caja y repentinamente uno de estos «bichitos» corra o salte despavorido al sorprenderlo.
Se han convertido en inquilinos habituales de la mayoría de los espacios urbanos. Hablamos de los geckos caseros, unas pequeñas lagartijas que se han adaptado a convivir y proliferar dentro del entorno humano y sus edificaciones. Los geckos son un numeroso grupo de lagartijas que se encuentran en todas las regiones cálidas del planeta. Este «canto», que tiene una función tanto territorial como de cortejo, es ya un sonido cotidiano que delata su presencia fácilmente. Muchas especies poseen adaptaciones especiales en las patas que les permiten adherirse a superficies tan lisas como el vidrio y así movilizarse sin dificultad.
- Los geckos se alimentan de todo tipo de invertebrados, en especial de insectos y arañas, y desde tiempos remotos la cultura popular de la región ha creado el mito de que son venenosos, y que pueden inyectar veneno al morder y también con la cola, o bien, que transmiten enfermedades.
- Esto es completamente falso, pues son del todo inofensivos, sin embargo, es una creencia muy arraigada en numerosas comunidades de nuestro país, principalmente rurales.
El temor generado por esta creencia puede ser tan extremo como el de una ama de casa en Guanacaste que hizo romper el piso de su casa para que buscaran a los geckos y los eliminaran, pues la señora vivía aterrorizada por la presencia constante de estas lagartijas. Costó tanto convencerla de que no eran venenosas que ante una solicitud que se me hizo, tuve que dejarme morder por varios geckos enfrente de ella para que lograra creer que su vida y la de sus hijos no estaban en peligro. En Costa Rica se encuentran alrededor de 16 especies de geckos (también llamados escorpiones a nivel local) con diferentes tipos de coloración, de las cuales cinco son originarias de Asia y el Indopacífico.
- Estos geckos caseros aparecieron en Costa Rica en la década de los 90, posiblemente como pasajeros ilegales o polizones en barcos que transportaban productos comerciales de las regiones mencionadas, y desde entonces se han extendido ampliamente por el continente americano.
- Su éxito adaptativo está relacionado con su gran capacidad reproductiva, pues sus huevos se desarrollan en cualquier parte.
Es común encontrarlos en mesas, ventanas, floreros, repisas, impresoras, libros, entre la ropa, etc. Como podemos ver, más que un peligro o un animal dañino, los geckos representan un aliado importante en nuestras casas, pues contribuyen activamente con el control de muchas otras especies que sí son perjudiciales para la salud tales como cucarachas, moscas, polillas, zancudos, etc. La clave está en comprender que esta fauna urbana es parte de nuestro entorno y que podemos convivir en armonía.