![]() Entre rizas y sin prisa, nos unimos a la brisa mangle que nos llama, estrellas que nos atan. A esta tierra borincana, que se esfuma, no hacemos nada. No te apures mi Culebra, que en la unión está la fuerza. Aquí para tí estamos, y en tí nos encontramos. Entre aguas cristalinas, noches de vida escondida que hechizan, con la luna a la deriva, encontramos armonía. Sin resguardo, en plenitud. Sin disfraz, ni exactitud. Solo aprendemos de cada respiro que intentamos cultivar, para así lograr llegar al estado que tanto hemos añorado. Al que cada día le pedimos que nos de energía, sin rebase. Que sustente lo elocuente y lo alocado. Porque somos quienes no somos, solo vientos, sin cuentos, sin esquemas. Solo buscamos llegar al estado de balance, en donde el sentir se convierte en un viaje eterno e infinito del interior. Que a veces nos sorprende, nos amedrenta, pero que al fin, se convierte en el pacífico de venir del cuerpo físico-metafísico y sin sentido pero con un fin. Fin que no es fin, relativo al pensamiento, en este mundo tan violento, y por eso estamos aquí. Conservando lo que no es nuestro, que al fin y al cabo, si es nuestro. Universal siempre perfecto, como un círculo, un ciclo, reconocemos lo natural y apreciamos su libertad con control en este espiral. Por: Inés Parrilla y Myrna Rodriguez ![]() Campamento en el Santuario Rhizophora (Foto por Montañez) Mangle urbano de Dewey, te hemos ocupado... cultivando esperanza y cultura, te hemos habitado... sobre raices fuertes que sostienen vida te hemos entendido... mediante una armonía mutualista que sirve de ejemplo para la conexión de la consciencia puertorriqueña con su entorno ambiental.. Querido Humedal urbano: He venido a protegerte, con diversas perspectivas, lograr comunicar tu importancia. volver a unirte al medio ambiente mediante una armonía con el humano. En la misión de lograrlo, he vivido algo más allá de lo que tenía en mente experimentar, logre ocuparte... me trajo esperanza, experiencias, uniones, momentos de reflexión, madurez y de volver a mis raíces... Lograr ocuparte... me hizo sentir tu resiliencia, conocer tus funciones, compartir con todos tus ocupantes .quiero decir, habitantes... Logre entender tu delirio, tu tragicomedia, tu historia y realidad, pero como sé que esa realidad pronto cambiará, tengo esperanza que serás reconocido, adoptado, protegido y conservado... Eres el ejemplo para el pueblo, para el pais para el mundo.... Quiero que sepas, que... aunque no puedas comunicarte, hemos venido a expresarte... Por Alfredo Montañez ![]() Mangle rojo urbano en Culebra (Foto por Montañez) Por Isamar Ancelotti Al Santuario de Mangle Rojo: Quienes no saben de amor son los que no te aman. voy buscando el encuentro entre los enemigos para salvarte de este ciclo, protegerte es mi vicio. Tengo ayudas que te quieren salvándote mientras protegen esas pieles que nos dan el aire y los frutos de tus brazos de cobijo en las noches. -Eres eso que nos queda- Me desperté en madrugada y estabas tu sobre mi espalda me contabas que tenias miedo, pero que mi presencia esperanzada te abrazaba y los mares siempre a nuestro favor Contra las Corrientes mirándonos de lejos nos contó un secreto, que vas a estar ahí eterno. ![]() Por Carla Torres-Cardona Me encuentro contestando un llamado de nuestros hermanos los mangles. En hamacas nos balanceamos entres sus pierna, raíces aéreas. Luna creciente, concierto grillado entre música y jolgorios navideños! Entre cultura y ancestros me siento y presiento un susurro... sutiles secretos que cuentan historias trascendentales de taínos y manglares! En plena juventud, reconocemos nuestro lugar en la vida; sentimos telarañas energéticas que inspiran, y nos acobijan entre raíces maternales. La protegemos porque sabemos lo que es. Soy yo, tu, ella, el, y eso aquello que aun no sabemos. Solidaridad con nuestro espacio. Pues la vida es bella geografía que debemos habitar, trabajar, meditar, y unificar bajo un sentimiento. Conocer para amar, amar para convivir en paz. ![]() Fincas de cultivo de coral (Foto por Hernández) Cuando Samuel Suleimán termina un viernes de trabajo como director de recursos educativos en la biblioteca de la facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Puerto Rico, es normal que, a su vez, comience una nueva jornada de trabajo rumbo a la isla de Culebra. Esta jornada, de todo un fin de semana, tiene como objetivo mantener el único proyecto de cultivo de coral localizado en uno de los pocos arrecifes que todavía alberga vida marina saludable en la Isla, gracias a la labor de la organización sin fines de lucro que Samuel fundó y preside, la Sociedad Ambiente Marino (S.A.M.). Samuel Suleimán, desde los cinco años de edad, quiso conocer y aprender más sobre el mar a raíz de un accidente que tuvo en la tradicional noche de San Juan en donde por poco se ahogaba. Desde entonces, por la incapacidad de poder reaccionar debido a que no conocía el mar, le aumentó el interés por conocer los misterios que guardaba el océano en sus profundidades. Desde ese día, Samuel logró conocerlo, usando el equipo de “snorkeling”, y se dio la tarea de siempre hacer lo posible para proteger las maravillas que el océano albergaba. Ya adulto, logró fundar la Sociedad Ambiente Marino, entidad que se enfoca en proteger el ambiente marino a través de diversas actividades de conservación y limpiezas tanto de costas como submarinas. Suleimán relata que, desde pequeño, tuvo la oportunidad de conocer y explorar uno de los recursos naturales primordiales de Puerto Rico: el arrecife de coral. “No tan solo es hermoso, y su vez, funciona como barrera natural para proteger la costa de maremotos y fuertes oleajes, sino que también aumenta el turismo y provee alimentos para gran parte de las comunidades costeras”, abundó Suleimán. La muerte de los corales, provoca una cadena de eventos que pudiese resultar en la degradación completa del ecosistema y, por consiguiente, los pescadores que dependen de la pesca para alimentarse y el turismo se verían afectados. El proyecto de cultivo de coral en Culebra comenzó hace diez años, cuando Samuel Suleimán se comprometió con biólogos de la Universidad de Puerto Rico, en integrar y organizar a la S.A.M. como equipo de trabajo para encargarse de la instalación y mantenimiento de fincas submarinas para cultivar el coral cuerno de ciervo en áreas que fueron destruidas por prácticas militares. Su objetivo es aportar un granito de arena con la restauración y conservación del ecosistema marino que nos rodea como Isla, y a su vez, mitigar los impactos humanos y efectos del cambio climático. “Es esencial el aumento de coral para contrarrestar los gases invernaderos, la razón principal del cambio climático”, explicó Suleimán. Aunque comenzó con limpiezas de costa, la S.A.M. se ha enfocado, por los últimos años, en sembrar corales para aumentar el hábitat de un sinnúmero de animales marinos y para absorber el exceso de dióxido de carbono que hay en la atmósfera como producto del cambio climático. El director de recursos educativos sostuvo que hay que mitigar y llegar a un balance para que las consecuencia del cambio climático no ocurran tan rápido, y a tan gran escala. Más allá de un pasatiempos o un trabajo, la siembra de coral representa una misión de vida para Samuel Suleimán. “Siempre he tenido en mente proteger las dos terceras parte de del planeta tierra que está abandonada. Si Dios creó dos terceras partes de agua, algún propósito tendrá”, afirmó el presidente de la S.A.M. En la última década, Samuel Suleim´ån junto a los integrantes de la S.A.M. han logrado que el ecosistema coralino de Culebra mejore significativamente con el proyecto de conservación. El liderazgo, intrínseco en su personalidad, ha ayudado a que Suleimán organice y mantenga, por más de diez años, el único proyecto de cultivo de coral en Culebra, integrando a la institución educativa y a la comunidad costera en los esfuerzos de conservación mediante el voluntariado. “El proyecto de siembra de coral, como cualquier otro proyecto en que se quiera lograr un objetivo, depende de la participación voluntaria. Los voluntarios son los que le ponen el corazón a los asuntos; cuando uno está pendiente al sueldo, puede descarrilarse de su objetivo”, explicó Suleimán. Antes de comenzar la siembra subacuática, Suleimán, como de rutina, enfrenta varios retos con optimismo porque sabe que, al final de la jornada, la recompensa de la acción será más satisfactoria. Según Suleimán, llegar al agua es todo un reto. Al salir del trabajo, Samuel se transporta a Culebra por la noche para luego acostarse tarde, preparando la logística, y, por amor a la patria, levantarse temprano al otro día para entrar al agua a sembrar corales. “Cuando uno termina la buceada, exhausto y agobiado, uno queda con la satisfacción de que se hizo algo que es tangible y podemos ver que dejamos nuestra huella”, explicó Suleimán. Luego de culminar un día entero de cosechar corales bajo el mar junto a los integrantes de la S.A.M, Samuel Suleimán, con la frente en alto y lleno de determinación, lanza una mirada al horizonte y contempla el océano porque sabe que en las profundidades aguardan sus esperanzas para conservar y prolongar la vida de los arrecifes de coral. ![]() García recolectando datos de mortandad. Foto por Morales Inmersión. Puedo sentir cada célula de mi piel difundirse, confundirse, formar parte de otro cuerpo. cuyas praderas crecen libres, cuyos principios aún no se definen. Un cuerpo, un mundo cuya inmensidad es indiscutible, cuyos ojos, en mí, coinciden. Y su lenguaje es igual pero distinto, su comportamiento como el mío, instinto. Y voy recorriendo su cuerpo con el mío Cada poro de mi piel se ahoga con sus latidos. Y con cada vaivén me acomodo me transformo, llego al fondo, ese baile eterno, ese amorío furioso, sutil y bruto a la vez. Y la gravedad no existe. Nací y no nací en ella. Dejé mi cuerpo y no he muerto. Nuestra energía desordenada renueva su propia existencia. Con cada gemido mi cuerpo responde con cada ola que rompe, lo que queda de mí, ya no es mío. - Noelia Yuya García ![]() Peje blanco paseando por las fincas de coral en Culebra. Foto por Anzalotta Agujeros de sal corren por mi pelo, Mientras mido el espacio, el clima es perfecto. Soy ente de vida en un cuerpo, Y los amigos a mi lado esperanzas De un sueño. Recorre- mos mares caribeños, Llenando espacios huecos con deseos. Somos un cambio en esta arena, Que permea en cada paso del momento. Si al mar Caribe sueñas en las noches… Susurrale con viento en los oídos, Que jamás había visto Semejantes coral- es y en sus fincas alegría, que los cuidaremos de extraños, que nuestra llegada no tiene partida. Ahí, en la isla de culebra…. Soy un punto sublime en armonía. Y seré por siempre ráfaga De luz, Mientras dure mi pelo, el espacio, Los deseos, un cuerpo, mis botines, más amigos Esperanzas… Construiremos casitas para colmar Las perfectas figuras de nuestra sangre! (Arrecifes de coral es lo que hay!) -Isamar K Anzalotta |
CESAMLos autores de los escritos publicados en este blog son miembros del Capítulo Estudiantil de la Sociedad Ambiente Marino. Archivos
February 2014
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